Antropología de la corporeidad. El animal que calza. (11)
High heels. Tacones altos. Tacos agujas. Procacidad del calzado que ubica al cuerpo en la paradoja de lo humano: lejanía de la tierra para instalarse en la erótica de la sangre y el semen. Construcción delicada y artística de la hetaira, sagrada e imprescindible. Limpia suciedad de la referencia más nítida a la animalidad. Asepsia social, incontaminación ante el abigarrado dolor de los condenados de la tierra. El tacón desconoce a la mansión y a la favela. Extraño instrumento de la trascendencia en la ardiente brevedad de la carne. Elevada como una reliquia, hundida en la profana lascivia. Altar y burdel al mismo tiempo. Comunión etérea y cópula bestial. Funámbula belleza adherida a su tecnología de goce. Devuelve al cuerpo una extraña verticalidad desde la altura celeste del tacón. Tecnología de la lujuria montada en al cambrillón libertino que hace del pie una serpiente de la concupiscencia. El tacón desnuda a pesar de los atavíos. Prostituyen angelicalmente. Habilita la ciuda...